Venezuela

Venezuela no tiene quien la llore

Cuando las personas tienen en la mente algo que les descoloca de la realidad masiva, escribir se vuelve una necesidad, como si por los poros del cuerpo saliera un sudor que escribe para dejar memoria de la vida, la experiencia. A veces me pregunto si soy tan egocéntrica como para creerme que lo que pienso debe ser escrito, como si la palabra escrita tuviera un valor diferencial cuando se trata de mí, me pregunto también si  pensadores y pensadoras de otras épocas habrán escrito solo porque sabían que debían dejar un legado para otras generaciones, en realidad no lo creo, pero estoy aquí, en mi cuarto occidental del siglo XXI, en un país petrolero que hasta hace poco vendía por $100 un barril de petróleo, aquí estoy Venezuela, sin electricidad y con 40% de batería:

                Desde lo más profundo de mi corazón intento tomar una decisión en relación a cuál tópico de mi país elegir para escribir en esta oportunidad pues Venezuela en estos momentos atraviesa la corrupción y los problemas estructurales más grave de toda su historia política y social. Actualmente tenemos los índices de homicidios más altos, la capital es una de las ciudades más peligrosas del mundo, es lo más cercano a imposible conseguir productos principales de la vida diaria, me refiero a medicamentos básicos y de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipotiroidismo, síndromes convulsivos como epilepsia, artritis reumatoide, así como medicamentos o productos para la salud sexual y reproductiva, en este caso me refiero al ácido fólico, que es fundamental durante el embarazo, betametasona que es un esteroide de uso común para la maduración pulmonar durante la gestación, anticonceptivos orales y aquí incluyo la pastilla de emergencia, y actualmente encontramos con mucha dificultad condones masculinos (los femeninos siempre han tenido muy poca distribución y popularidad). Así mismo, en Venezuela es casi imposible comprar con libertad, y con libertad me refiero al sencillo acto de acudir a un comercio y comprar sin control, sin cola y con garantía de encontrarlo, productos como desodorantes masculinos o femeninos, toallas sanitarias, pañales, detergentes cloro, papel higiénico y otros artículos. Sí, Venezuela que hace 30 años era un país de inmigrantes, la tierra prometida del oro negro, pues aunque no lo crea, el país de lo posible no tiene con que limpiarse la mierda.

             

10 de Enero 2015 - Hipermercado en C.c HiperJumbo
Aragua Venezuela

 Así es como decidí escribir de  Venezuela desde mi cotidianidad, porque no puedo sectorizar los problemas pues los vivimos todos los días y al mismo tiempo, no es que por una semana sufrimos de delincuencia y la otra semana de mal servicio de salud, no, es que todos los días con todos los problemas hace de la vida una existencia vergonzosa, devastadora y secuestradora de las ganas de vivir en pleno pues estamos demasiado ocupados/as en la supervivencia, en sobrevivir a tanto caos:  acabo de cumplir la primera hora sin servicio eléctrico con 32% de batería.  En Venezuela estamos acostumbrados/as a vivir con fuertes grados de violencia, actualmente este fenómeno social se encuentra profundamente arraigado con un fenómeno que es históricamente nuevo en nuestro país como lo es la  compra y venta en masa de motocicletas.

Es completamente normal, entiéndase normal como el hecho de tomar una ducha todos los días o desayunar, el hecho de que motorizados roben, asesinen, golpeen, etc a cualquier persona en cualquier momento. Esto se da en cualquier circunstancia, es decir la victima puede ser hombre, mujer, conductor/a, peatón/a y a cualquier hora del día a la vista de todos/as, porque no hay nada que hacer, en algunas ocasiones suelen bajarse  de la moto para cometer el acto, pero en la mayoría de los casos eso no es necesario lo hacen perfectamente como pasajeros sin necesidad de tomarse tantas molestias, así mismo pueden hacerlo armados con armas blancas o con armas de fuego, independientemente de ello suele tomarles pocos minutos, porque generalmente cuando roban o asesinan a personas que van conduciendo vehículos lo hacen cuando están detenidos en los semáforos, estos no tienen que estar solitarios, repito, no hay condiciones, esto ocurre normalmente como lo es el hecho de desayunar.  Es por ello que en Venezuela Ud. No puede detenerse en semáforos con la luz roja después de las 6 de la tarde, tampoco puede ir con las ventanas del carro abajo, tampoco puede despedirse a las puertas de cualquier establecimiento o casa, tampoco puede usar el teléfono celular en las calles si va caminando ni tampoco en carro ni mucho menos en transporte público. Obviamente tampoco puede mostrar todo el dinero en efectivo que carga cuando va a realizar algún pago, ni se le ocurra tampoco usar alguna prenda que llame la atención sea esta realmente valiosa o no, y es que es tan normal ser robado/o y asesinado/a  en Venezuela, que se acostumbra a que las personas que culminan estudios y obtienen así un grado académico, usen un anillo generalmente de oro con fecha y símbolos vinculados con la profesión, sin embargo las personas realizan una “réplica” de plata generalmente, porque es preferible que roben la pieza menos costosa mientras que la original se pudre en las casas, hasta que ésta sea asaltada, cosa que generalmente ocurre sistemáticamente por urbanización.

                El robo de las casas es más complejo, pero ocurre normalmente, como almorzar por ejemplo, nada muy fantástico, en estos casos suelen robar por sector, los/as vecinos/as van escuchando que secuestraron a la familia de “equis” casa, les robaron todo, pero “gracias a dios no les hicieron nada”, estos secuestros generalmente son cuestión de horas puesto que les toma más tiempo amarrar a las familias en un cuarto, llevarse los equipos electrodomésticos y aún más los equipos audiovisuales, en algunas ocasiones se llevan también juguetes y ropa, y si la familia cuenta con un vehículo, suelen llenarlo de sus propias pertenencias y posteriormente abandonan el carro en otra ciudad.

          

Enero 2015 - Edo Ilustrado Venezuela

      En la mayoría de los casos, para tener acceso a las casas o apartamentos, los asesinos/ladrones suelen abordar a un miembro de la familia cuando este entra o sale de su hogar, es por eso que en Venezuela nos despedimos de nuestras familias dentro del establecimiento y al salir nos montamos lo más rápido posible en el vehículo o caminamos lo más rápido posible hasta la parada de autobús, en otros casos simplemente destruyen las cerraduras, y en otros hacen hasta palancas con alguna herramienta para mover rejas, portones.  No, en Venezuela suele ser muy peligroso avisar a la policía sobre estos sucesos, de hecho muchas personas prefieren no hacerlo porque en más casos de los que nos atrevemos a dimensionar, existe un pacto entre ambos. No, esto no son hechos aislados, esto ocurre como algo cotidiano, como cenar por ejemplo. 

                 Nota: Acabo de cumplir 2 horas sin servicio eléctrico, con 24% de batería, va a durar muchísimo porque la laptop es nueva, la compré con el cupo electrónico de CADIVI que es de $300, la laptop costó 250$ + $20 por el nuevo impuesto de la florida, espere 5 meses para que llegara, a dólar oficial fueron unos BsF: 3240,00. Solo contamos con $300 anuales para compras electrónicas. Adquirir una laptop en Venezuela con las mismas características redondea unos BsF. 38.000,00. Espero que no sea robada, porque ser robada es algo normal, como comer.